Testimonial 001 Betty

Nunca le he prestado mucha atención a las secciones de testimoniales o historias de éxito, ya que siempre había creído que eran de corta duración: la persona que adelgazaba volvía a engordar; la pobre persona que encontró el éxito, pero aún era infeliz. Realmente nunca pensé que existiera tal cosa como el "verdadero éxito". Me siento honrada de escribir mi historia, ya que siento que representa una prueba viviente de que mi sistema de creencias era defectuoso.

Hace un año y medio, sería cierto decir que estaba deprimido. Tenía sobrepeso (aunque no 'gorda'). Me faltaba energía y descubrí que mis hijos se habían convertido en una carga para mí. Estaba en una relación emocionalmente dañina y tenía una autoestima terriblemente baja.

Tuve la suerte de experimentar Startup Me dentro en mi casa en Jalisco, Guadalajara. Desde que empecé el programa escuché, lloré y escribí hasta que mi mano se entumeció.

Salí el último día de mi sesión de Startup Me con sobrepeso, problemas de autoestima y un cansancio extremo. Solo que esta vez lo hice con una herramienta que iba a cambiar mi vida.

En mi sección de Físico, agregué una foto de una modelo que se parecía a mí (aunque obviamente era más delgada y con abdominales perfectos). Escribí mis objetivos y me decía a mí misma que pesaría 60 kilos (un peso que no había tenido desde que era adolescente). Después de 6 meses de haber concluido Startup Me perdí 12 kilos, logrando mi objetivo.

Mientras perdía peso y adquiría conocimientos, comencé a sentirme diferente acerca de mi vida y de mí misma. Con una perspectiva más saludable de la vida y la pérdida de un peso inmenso (físico, emocional y espiritual), me volví mentalmente estable y pude alejarme de una de las causas fundamentales de mi tristeza: mi relación donde sufría abuso. Y la mejor parte, lo hice sin derramar una sola lágrima por esa relación, ahora estoy empoderada por el pensamiento de que escalé ese monte Everest de la autoestima y tuve la fuerza para hacer lo necesario y llegar ahí.

Siendo nuevamente soltera, rápidamente descubrí la necesidad de tener una economía que me ayudara a hacer frente a gastos y demás compromisos. Sin embargo,  me casé joven, sin haber terminado la carrera, sin tener oficios y prácticamente con nula experiencia profesional. No voy a mentir fueron desafiantes y pusieron a prueba mi nuevo valor personal.

Sin embargo, durante esta etapa regrese a mi “herramienta” Startup Me. Ahí revisé las categorías de Finanzas y Carrera. Leí todos los libros que pude conseguir sobre psicología empresarial, ventas y gestión empresarial. Sabía que algo iba a funcionar, pero aunque continuaba positiva, me estaba endeudando más y más. Lo cual estaba muy alejado de mi visión, comencé a buscar trabajos de $200 MXN pesos por hora. Mi problema era que no tenía idea de lo que estaba buscando.

Así es como se lee mi visión de carrera en Startup Me:

“Mi visión de mi carrera ideal es aquella que trata con personas de diferentes orígenes. Gente interesante y extraordinaria. Me veo teniendo la libertad de trabajar desde casa o en una oficina si así lo decido. Me veo viajando a lugares por trabajo. Veo estar a cargo de mí misma y de algunas otras personas más…”

Un año después de Startup Me, finalmente tuve un descanso y me pidieron que me uniera a un equipo de ventas en una empresa emergente que se ocupaba de programar viajes. En 2 meses me ascendieron para revisar destinos de lujo en todo el mundo. Si, OBVIAMENTE, acepté felizmente.

Mi pasaporte ahora tiene varios sellos de países y continentes, incluido mi destino número 1: Egipto. Cuando me preguntan cómo conseguí el mejor trabajo del mundo, respondo que es porque lo escribí y de alguna manera, al tenerlo por escrito, sin saberlo fui tomando decisiones que me llevaron a hacerlo realidad.

Todavía me sorprende lo cerca que está mi YO de hoy con lo que redacté hace 2 años en Startup Me. Siempre creeré que escribirlo tuvo mucho que ver con hacer que sucediera.

Han pasado ya 2 años y 3 meses desde mi experiencia con Startup Me. Antes de Startup Me, yo era una madre deprimida y una esposa abusada emocionalmente que simplemente aguantaba. Ahora soy una ejecutiva de 34 años que viaja por el mundo. Adoro a mi hijo, me apasiona mi trabajo y amo mi vida. Tengo la suerte de estar rodeada de personas increíbles y oportunidades todos los días.

Esta no es mi historia… Me gustaría considerarla solo un capítulo. Espero volver a escribir sobre la empresa que seré propietaria, la casa que compraré y las muchas experiencias que se manifestarán en los años venideros.

Gracias Palabras de Éxito,

Gracias César,

Con cariño, Betty